Paul Berthier, un ambicioso fiscal, es testigo del ahogamiento accidental de una joven en el río, pero no hace nada para ayudarla. Las autoridades comienzan a pensar que la muchacha fue asesinada, y el caso aterriza en el escritorio de Berthier. Las sospechas se dirige a Guillaume Vauban, el hijo de un millonario local que salía con la chica. Paul Berthier se encuentra enredado en una red de mentiras mientras abre el caso contra Guillaume, que ha sido arrestado. Berthier se aferra a su reputación, decidido a salvar el tipo a toda costa, y se mete en una espiral de decadencia y remordimientos.