Mina tiene que ver cómo unos matones asesinan a su prometido. Coge un cuchillo y una pistola y emprende una venganza por Los Ángeles para librar a la ciudad de los criminales de una vez por todas, centrándose exclusivamente en los hombres. Pisándole los talones: un policía renegado que, en el transcurso de la persecución, también localiza al rey de los gángsters: Black Pepper.