La Asociación por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) ha querido boicotear la cinta, pues afirman que cinco bisones perdieron la vida para poder ser despellejados y usados en una de las escenas, como aseguraba The Hollywood Reporter en un artículo de 2016. Al ser preguntado al respecto, John Scott, el responsable de los animales usados en el filme, se limitó a hacer la siguiente afirmación: "Es mi bisón y hago lo que quiero con él".
Albert Hughes regresa como director de largometrajes cinco años después de El libro de Eli, siendo además su primer filme dirigido en solitario y no junto a su hermano bajo la firma The Hughes Brothers.
El lobo que aparece en la película como co-protagonista es en realidad un perro lobo checoslovaco, una raza generada mediante un experimento en 1955 y cuya apariencia es muy similar a la de los lobos de los Cárpatos.
Se tomaron imágenes para el largometraje en el conocido como Dinosaur Provincial Park que se encuentra cerca de Patricia Alberta, en Canadá.
La película ha retrasado varias veces su llegada a las salas, pues inicialmente iba a estrenarse en septiembre de 2017, aunque fue movida a 2018 para, más adelante, pasar a agosto de ese mismo año. Por eso, el tráiler vio la luz más de un año antes de que el filme debutase en los cines.