La película narra los hechos reales que recoge Donald McRae en su libro A Man’s World: The Double Life Of Emile Griffith.
Lenny Abrahamson logró finalmente hacerse con esta adaptación del libro, en la que estaban interesados numerosos cineastas. Abrahamson ha confesado que le impactó la historia y que considera que la frase del boxeador "me perdonaron por matar a un hombre, pero no por amar a uno" es una contradicción que sigue siendo relevante en la actualidad.