La película completó su financiación a través de la plataforma IndieGoGo, mediante una campaña de crowdfunding.
Es la primera película española en obtener un permiso exclusivo para filmar en el Burning Man, un festival artístico que se celebra desde 1989 en el desierto de Black Rock, en la costa oeste de los Estados Unidos, a lo largo de una semana a finales de verano.