El submarino K-141 Kursk naufragó en el mar de Barents el 12 de agosto de 2000, muriendo los 118 tripulantes de a bordo. Los barcos cercanos registraron dos explosiones de gran magnitud. La marina rusa no se dio cuenta que el submarino se había hundido, y demoró seis horas en iniciar la búsqueda del submarino.
Este es el último filme que realizó el actor sueco Michael Nyqvist, que murió un mes antes de que se acabara el rodaje del filme.
Vladimir Putin llevaba solo tres meses en el cargo de presidente ruso cuando ocurrió esta tragedia en el año 2000. Inicialmente iba a aparecer como un personaje secundario de la película, aunque finalmente se decidió que Putin no aparecería en el filme.
La película se basa en el libro de Robert Moore A Time to Die: The Untold Story of the Kursk Tragedy, sobre la historia real del desastre del submarino Kursk en 2000, que analiza los hechos ocurridos y los últimos momentos de los tripulantes de a bordo.
Esta es la segunda película en la que el actor belga Matthias Schoenaerts interpreta un personaje ruso, la otra es Gorrión rojo (2018).
El filme cuenta con asesores expertos en la materia, como el periodista Robert Moore, autor de la novela en la que se basa la película, junto con David Russell, el Commodore de la British Royal Navy que intentó salvar a los hombres del Kursk, y el experto en submarinos Ramsey Martin.
Esta es la segunda colaboración entre el director Thomas Vinterberg y el actor Matthias Schoenaerts después de Lejos del mundanal ruido (2015).
Esta es la cuarta película en inglés del director danés Thomas Vinterberg.
Thomas Vinterberg dirigió con anterioridad una película llamada Submarino (2010), aunque en aquella ocasión su trama no tenía nada que ver con los vehículos subacuáticos.
En un principio se anunció a Martin Zandvliet como director, pero finalmente fue sustituido por Thomas Vinterberg .