Este es el primer largometraje de Francisco Orvañanos, que hasta ese momento había trabajado en la realización de cortos como No pasó nada.
La película se rodó en el verano de 2012 en Cape Elizabeth, en Maine.
La película se estrenó el 17 de abril de 2015 en el Festival de Sarasota.
El argumento se basa en la novela Bloody Baudelaire de R.B. Russell.