Gianni Garko interpreta aquí a El Halcón, un pistolero norteamericano que siempre viste prendas blancas, y que siempre lleva consigo una paloma del mismo color. En una partida de póquer, El Halcón gana unas escrituras de una mina a un hombre que no consigue asumir de la mejor manera su derrota. Tras una trifulca en el bar, El Halcón termina matando al propietario de la mina, con la mala suerte de que una bala furtiva atraviesa los papeles dejando ilegible la ubicación de la misma. La única manera de saber la localización exacta de la mina será viajar hasta México y hablar con un prisionero que se encuentra en un país en el que está a punto de estallar una revolución.