Brisco (Manuel Luna) llega a una misión española en Guinea. Allí le recibirá el padre Urcola, un anciano prisionero que le contará la historia del padre Javier (Julio Peña). Sus conversaciones no se limitarán únicamente a las aventuras del legendario cura, también hablarán sobre un banquero sin escrúpulos que se vio obligado a abandonar España después de un fraude de enormes dimensiones. Brisco se entera de que el banquero aún está en Guinea aprovechándose de la miseria para seguir ganando dinero.
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