En un pequeño pueblo de Arizona, a finales del Siglo XIX, un despótico terrateniente está sometiendo a sus habitantes a unas condiciones cercanas a la esclavitud haciéndoles trabajar en una mina de oro que han hallado en las cercanías del pueblo. Siempre encerrado en su castillo construido con piedras traídas desde Europa, el tirano gobierna el la población con una mentalidad cercana a la de los señores feudales de la Edad Media, protegido por una experta banda de forajidos que ha detenido cualquier intento de derrocamiento por parte de la ley. La única esperanza para los habitantes es un pistolero que aparece de repente y que dice ser el más rápido del Oeste a la hora de desenfundar el revólver.