El skate y el hip hop salvaron mi vida
por Xavi Sánchez PonsDesde que naciera el subgénero en los ochenta, se han hecho muchas películas sobre la cultura del skate asociada al mundo adolescente. Ahora bien, hasta ahora no existía una como En los 90, un coming of age impresionista y redondo que significa el debut en la dirección del actor Jonah Hill, autor también del guion. Basada -en parte- en recuerdos personales de Hill, que en la época en la que está situada la historia tenía la misma edad del protagonista, un chaval de trece años, el filme dialoga de forma inteligente con dos de los mejores exégetas del género, Larry Clark y Harmony Korine. Es más, se atreve a proponer una nueva vía, paralela a los relatos fascinantes y sórdidos de Clark y Korine protagonizados por adolescentes skaters con vidas torturadas y por familias desestructuradas, que huye de la locura, la provocación y el tremendismo de estos; los espejos deformantes, inspirados en la poesía de lo maldito y el nihilismo de la seminal Caído del cielo de Dennis Hopper, que utilizan en Kids y Gummo para crear desasosiego en el espectador.
En los 90 vemos una realidad cruda, la de los chavales que escapan de sus vidas de mierda patinando y colocándose, e intuimos la tragedia en varios momentos, pero también hay instantes de belleza (la melancólica secuencia donde suena el “We'll Let You Know” de Morrissey), reconciliaciones silenciosas entre personajes enfrentados y segundas oportunidades tras haberse asomado al precipicio. Esa mezcla entre relato descarnado casi neorrealista (el slang callejero y la incorreción política con la que se expresan sus protagonistas, algunos interpretados por actores no profesionales) sobre la adolescencia y carta de amor a una época (Hill utilizando el “Sucka Nigga” de A Tribe Called Quest o el “Tearz” de Wu Tang Clan para resaltar que el hip hop yanqui de los noventa fue clave en sus años formativos), es lo que convierte el debut en la dirección del protagonista de Supersalidos en una película única en su especie. En los 90 es un relato iniciático que transpira verdad lleno de luces y sombras, de instantes fugaces de felicidad y de angustia existencial por lo que está por venir, un estado de ánimo contradictorio que sabe transmitir muy bien la excelente banda sonora original de Trent Reznor y Atticus Ross que acompaña algunas de sus escenas.