Opiniones sobre Socotra, la isla de los genios

Rodada en un maravilloso blanco y negro, la película consigue, más que evocarnos un tiempo pretérito, trasladarnos en un viaje a través del espacio y del tiempo, a un mundo que parece detenido para nuestra contemplación. Jordi Esteva ejerce de demiurgo, y recrea partiendo de la realidad, aquel viaje imaginario que construyó siendo niño. Me vienen a la mente los cuadernos manuscritos e ilustrados con precisos dibujos a plumilla, de aquellos viajeros intrépidos del siglo XIX y principios del XX: David Livingstone, Henry Morton Stanley, Wilfred Thesiger…
El director catalán intenta y consigue en todo momento, ser una presencia neutral en la acción y el desarrollo del documental: elude acertadamente recurrir a una voz en off de narración, deja que sean los habitantes de la isla los que cuenten su historia, es su propia lenguaje, el socotrí: una lengua sudarábiga emparentada con el antiguo idioma del Reino de Saba. Este último hecho otorga al documental un alto valor antropológico, ya que tanto la lengua como las costumbres y tradiciones populares, están amenazadas por la imposición de la cultura árabe por parte del gobierno yemení.