SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
Caimán - Cuadernos de Cine
por Jaime Pena
"¡Bruja, más que bruja! lleva el esperpento hasta sus límites".
Cinemania
por Andrea G. Bermejo
"Qué bien lo vio venir Fernando Fernán Gómez. Ante los malos vientos que se barruntaban lo mejor era cantar, bailar y sacar la cacha".
El País
por Javier Ocaña
"Un gozoso y desternillante disparate en forma de musical, entre la zarzuela y la opereta, con música y canciones de Carmelo Bernaola".
La crítica completa está disponible en El País
El confidencial
por Eulàlia Iglesias
"Los personajes resultan arquetípicos hasta rozar la parodia, una versión esperpéntica de la España profunda de los años cincuenta".
La crítica completa está disponible en El confidencial
El Periódico
por Quim Casas
"La tradición del esperpento se completa con la virulencia verbal, imágenes surrealistas [...], romanzas cantadas, coros que comentan el relato, la parodia de las fuerzas vivas de la localidad y la interpretación grotesca de Mary Santpere como bruja".
La crítica completa está disponible en El Periódico
Fotogramas
por La Redacción
"Un pastiche esperpéntico de superstición, subdesarrollo y represión sexual que se desarrolla según las pautas del melodrama rural, aunque acentuando sus aspectos más risibles intentando darles la vuelta".
Caimán - Cuadernos de Cine
"¡Bruja, más que bruja! lleva el esperpento hasta sus límites".
Cinemania
"Qué bien lo vio venir Fernando Fernán Gómez. Ante los malos vientos que se barruntaban lo mejor era cantar, bailar y sacar la cacha".
El País
"Un gozoso y desternillante disparate en forma de musical, entre la zarzuela y la opereta, con música y canciones de Carmelo Bernaola".
El confidencial
"Los personajes resultan arquetípicos hasta rozar la parodia, una versión esperpéntica de la España profunda de los años cincuenta".
El Periódico
"La tradición del esperpento se completa con la virulencia verbal, imágenes surrealistas [...], romanzas cantadas, coros que comentan el relato, la parodia de las fuerzas vivas de la localidad y la interpretación grotesca de Mary Santpere como bruja".
Fotogramas
"Un pastiche esperpéntico de superstición, subdesarrollo y represión sexual que se desarrolla según las pautas del melodrama rural, aunque acentuando sus aspectos más risibles intentando darles la vuelta".