Eryk Rocha obtuvo el Premio Golden Eye por esta película en el festival de Cannes de 2016.
"Las películas surgidas de este movimiento contribuyeron a crear una cierta imagen de Brasil en todo el mundo. Es un movimiento que tienen mucho en común con los movimientos más vanguardistas. Fue un movimiento muy poderoso, tanto desde un punto de vista visual como intelectual, y contribuyó a propagar un enfoque revolucionario de la realidad de aquella época. Una nueva generación de cineastas nació en este contexto de trance político y cultural, que alcanzó su apogeo en los años 1960. Inventaron una nueva forma de hacer películas: un nuevo enfoque en el que el cine debía recorrer las calles y dar la cara a la población, planteando un nuevo impulso político combinando arte y revolución", explicó Eryck Rocha en una entrevista concedida a la web del Festival de Cannes.