Raoul Peck ya había dirigido en 1992 un documental sobre el personaje: Lumumba, la mort du prophète.
Además de la investigación histórica y las imágenes de archivo, la obra de teatro Une saison au Congo de Aimé Césaire también sirvió como fuente de inspiración.
La película estuvo nominada a Mejor Película Extranjera en los Premios Independent Spirit de 2011.