Para escribir la historia, Jean-Pierre Sinapi se inspiró en la experiencia de su hermana Julie, una monitora de educación especial en un hogar para personas con discapacidad en Toulon. Al igual que en la película, uno de los residentes de la institución, obsesionado con la idea del amor, le preguntó a su enfermera si podía encontrar a una chica que estuviera dispuesta a mantener relaciones sexuales con él.
Consiguió el premio del público en el Festival de Cine de San Sebastián 2000 y en el Festival de Cine de Berlín 2000.
La película se rodó en una residencia de discapacitados físicos real con pequeños equipos de cámaras digitales.