El cráneo de Benedicto XIII, el Papa Luna, ha sido robado del Palacio de los Condes de Argillo, situado en Zaragoza. Es 2000, y los rumores sobre el paradero del mismo empiezan a trascender por toda la zona, lo que hará resurgir la figura del personaje histórico. Unos restos que han sufrido multitud de aventuras a lo largo de los siglos, siendo posiblemente uno de los Papas que más haya sufrido la ira de la sociedad. Finalmente, sus restos óseos serían recuperados a finales del mismo año.