En la periferia rural de la ciudad de Gaza, una pequeña comunidad de agricultores, la extensa familia Samuni es una comunidad campesina milagrosamente a salvo tras sesenta años de ocupación y guerras. Hasta enero de 2009 cuando, durante la ofensiva terrestre de la operación israelí Plomo Fundido, 29 de sus miembros perecieron en circunstancias dramáticas.
La película mezcla material documental con animación, restaurando a través de imágenes la memoria de los protagonistas. A través de este diálogo entre memoria y presente, se dibuja un retrato de esta comunidad de campesinos antes, durante y después del acontecimiento que cambió sus vidas para siempre.