Esta película marca un punto a nivel personal como cinéfilo. Mi gusto por el cine ha existido desde siempre, desde que a los 3 años ví por primera vez parque jurásico. Pero desde hace un par de años que decidí meterme más en el mundillo para conocerlo y entenderlo mejor. Es en este punto donde me cruzo con Alfonso Cuarón y Roma. Lo básico y primero que se saca de la película es el amor y el intimismo que le ha puesto Cuarón. Pero está es sola la superficie de algo mucho más inmenso...
Roma sin lugar a dudas, es una obra maestra del director y de las mejores películas del año. Su fuerza se deja ver desde el principio por su sobresaliente fotografía en blanco y negro. Que la película este en blanco y negro es relevante. Por lo general se usa en directores principiantes porque facilita el uso de la iluminación al no estar tan atento a que un color cambie con una u otra iluminación. Obviamente, en Roma no tiene nada que ver con esto, Cuarón es un director más que experimentado y el blanco y negro se usa un nivel semántico para reflejar una época pasada y a la par, no lo neguemos, para darle una propuesta estética llamativa.
Volviendo a la fotografía, que también la firma Cuarón, junto como es lógico a la dirección y guión, su definición más precisa es que cada fotograma es un cuadro que se podría exhibir en una galería de arte.
La dirección se relaja alargando los planos, creando escenas largas con pocos cortes. Este juego de cámaras deja trabajar a al actriz principal, que sorprendentemente está impresionarte para ser su primer papel.
Los planos secuencia, ya típicos de su director, refuerzan a nivel emocional por un lado, y por otro, como ya hizo en hijos de los hombres, a un tratamiento de la violencia crudo, sin florituras.
La historia, al final es lo de menos. Que no se me entienda mal, el vehículo narrativo es costumbrista es lo que quiero decir. Para mi es perfecta como es, nos muestra a través de una familia rica, no solo sus propias relaciones, si no el contexto socio-político de todo un país en un punto concreto de su historia.
La conclusión para la película es clara, excelente de 10.
Pero la reflexión, quizás más importante, este en que cuenta esta película sobre el mercado cinematográfico actual. Al lanzarse en exclusiva a Netflix, su paseo por las salas de cine va a ser mínimo. Las lecturas pueden ser muy variadas, pero lo que esta claro, es que cada vez hay menos espacio para las obras de autor, y estás deben sobrevivir en algún sitio.
Claro que me molesta no haberla visto en un cine pero entiendo que no esta hecha para el gran público que las llena. Prefiero ver esta película, como es, aunque sea en pequeño, que no verla o verla con cambios para atraer a un público mayoritario.