En los créditos aparecen el nombre y las fotografías de todas las personas que han intervenido en la película, incluyendo el señor que enseña su trasero por la ventanilla del avión.
Es la segunda vez que Jim Carrey trabaja con los hermanos Farrelly, la anterior fue Dumb and Dumber.
La película tuvo protestas de la Asociación de enfermos mentales de América, la cual se quejaba del marketing, del que decía que podía desencadenar que el público confundiese el síndrome de la doble personalidad con la esquizofrenia.