Amaia y Aitor, los directores del filme, viven desde muy jóvenes alejados de sus padres, Iñaki y Kontxi, quienes ya se encuentran jubilados. Por este motivo, deciden realizar su sueño: juntarse de nuevo los cuatro para embarcarse en un crucero a bordo del buque Fantasía. Al regresar, deberán enfrentarse a la cruda realidad: la vejez, la distancia y la muerte que un día les separará definitivamente.