El director Philippe Van Leeuw asegura que es "de la escuela" de Jacques Tourneur y, por eso, intenta "evitar lo más posible toda violencia explícita en la imagen" para que "el espectador no tenga nunca ganas de desviar la mirada".
Alma mater trata el coraje de la gente ordinaria, como reconoce su director, que explica que reflexiona sobre "cómo hace esa gente, que son iguales que tú o que yo, que no son especialmente heroicos ni optan por un lado o por otro" en situaciones de guerra.
Uno de los días de rodaje fue en Beirut, la capital del Líbano, actualmente en estado de guerra.
La película ha pasado por diversos festivales, en los cuales ha sido muy bien recibida por los espectadores, como refleja que ganara los Premios del Público en Berlín, Copenhague y Sevilla.