La película ha sido nominada a los Oscar de 2019 a Mejor película de habla no inglesa.
La película obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2018.
Con doce años, Zain Al Rafeea, un refugiado sirio que vivía en las calles de Beirut, fue descubierto por la directora Nadine Labaki, que le ofreció el papel protagonista en su película. Su vida se parecía a la del personaje que interpreta en Cafarnaúm. Ahora, Zain y su familia han sido reasentados en Noruega donde han comenzado una nueva vida.
Zain Al Rafeea, el niño protagonista del filme, llegó al Líbano con su familia en 2012, tras huir de la guerra que asolaba su ciudad al sur de Siria. Al vivir en uno de los barrios más pobres de Beirut, Zain no podía ir a la escuela y se veía expuesto a menudo a situaciones de violencia, tales como vive el protagonista de esta película.
El título de la película, Cafarnaúm, hace referencia a un pueblo pesquero de la antigüedad situado en Galilea, en Israel, a orillas del mar de Galilea. Fue uno de los lugares elegidos por Jesús de Nazareth para transmitir su palabra. Nombrada en el Nuevo Testamento, Cafarnaúm es conocida por los cristianos como La ciudad de Jesús.
La película ha sido nominada al Globo de Oro en 2019 a Mejor película de habla no inglesa.
Fila cero Cafarnaúm es el nombre de la campaña que ha puesto en marcha ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, junto con Caramel Films con motivo del estreno de esta película. El objetivo es concienciar y apoyar con una aportación solidaria para que miles de niños refugiados sirios puedan ser escolarizados, como Zain, el protagonista de esta película.
Directora y actriz, además de protagonista de todas sus películas, Nadine Labaki debutó como directora con Caramel (2007), presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y galardonada con el Premio del Público y el de la Juventud en San Sebastián. Su segundo filme, ¿Y ahora adónde vamos? (2011) se presentó en Un Certain Regard de Cannes y también ganó el Premio del Público en San Sebastián.
El Líbano, con una población de cuatro millones de personas, acoge en la actualidad a un millón de personas refugiadas sirias.
Nadine Labaki trabajó con actores no profesionales, cuatro de ellos refugiados. La filmación duró más de seis meses para que se pudieran adaptar a actuar ante una cámara.