Años después de que Gene Wilder trajera a Willy Wonka por primera vez a la gran pantalla y después de que Johnny Depp lo encarnara, ahora el querido chocolatero regresa para narrar sus inicios antes de crear la fábrica de chocolate. La película narra una historia encantadora que logra mantener la esencia de la película de 1971 y actualizarla de una manera excelente. Nos presenta un Willy Wonka inocente y encantador que tiene ese carisma y excentricidad que tanto caracteriza al personaje. La película muestra a Willy como una especie de mago y eso es lo que siempre ha sido desde que apareció por primera vez en el libro de Roald Dahl o en la película original. Sin duda, el actor logra mantener la excentricidad del personaje. Hugh Grant encarna el primer Oompa-Loompa que Willy conoció y es estupenda la forma que encarna a este peculiar personaje, volviéndolo llamativo. A pesar de que en la película original se usaron actores reales de baja estatura y aquí usaron CGI, lograron mantener la apariencia y peculiaridad del Oompa-Loompa intacta. Los números musicales de la película son una obra de arte y tienen el aire de la banda sonora de la película original, haciendo que las escenas musicales sean magistrales. Se aprecia bastante que se usara también algunas partes de la banda sonora original. Las actuaciones, la producción, los efectos especiales, literalmente todo en esta película es excelente, logrando respetar la visión de la fuente de origen y volviéndola una digna sucesora de la obra de Dahl por plasmar a la perfección la magia de esta. Wonka es definitivamente una de las mejores precuelas en la historia del cine y una hermosa película para disfrutar con toda la familia. Mi calificación final para esta película es un 10/10.