Crítica de SensaCine.com para Wonka: Bondad e ilusión como armas

En el momento actual cinematográfico, en el que todos son 'remakes', 'reboots', secuelas y precuelas, Wonka es una sorpresa. La película responde a ese mundo audiovisual saturado de refritos, pero tiene un resultado estupendo. Dirigida por Paul King, la historia de orígenes del famoso chocolatero es una película supermona que se ajusta perfectamente a la definición de 'feel good movie'. El filme tiene la habilidad de convertir lo que podría ser un desastre absoluto en algo que funciona tremendamente bien. Aparentemente sencilla, su milagro radica en lo trabajado que está todo para que parezca fluido, sencillo, sin aderezos, sin nada que estorbe. Es una película familiar y navideña.

Wonka cuenta la historia del protagonista de Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl, uno de los escritores británicos más populares e imprescindibles para la literatura moderna. El mensaje de Wonka es que eres más feliz no por hacer chocolate, sino por compartirlo con los demás. Esa bondad, ingenuidad e ilusión son algunas de las principales armas de esta película 'family friendly'. La tremenda positividad que irradia el personaje es una de las cosas que mejor le funciona. Timothée Chalamet, que da vida al protagonista, hace un excelente trabajo en su papel.

Este nuevo proyecto de King repite la fórmula de su saga Paddington porque, aunque parece una película para niños, funciona muy bien gracias al equilibrio entre su estética y corazón. La comedia va trazada con momentos de drama y se adjunta a clichés de malos malísimos y buenos buenísimos, pero convierte estos clichés en herramientas propias para su triunfo. Al satirizar a estos personajes, la película es muy divertida sin llegar al humor descalabrado. Es sutil y fluye con la narración.

Chalamet es un riesgo de 'casting' porque nunca había sido protagonista en un 'blockbuster' de comedia musical y, además, da vida a un personaje mítico. El actor Hace un excelente trabajo, se pone la película a los hombros, está atrevido y consigue que nos haga creíble a su Willy Wonka. Esta mezcla de comedia, drama, fantasía y música es una combinación perfecta. Una película muy suave y dulce.