Es el 23 de octubre de 1956. En Budapest, una multitud revolucionaria derriba la estatua de Stalin, el odiado símbolo de la tiranía. Entre los manifestantes vemos a János y a su mujer, Ildi. Temiendo la ira popular, los hombres del régimen caído huyen despavoridos. Magda también intenta subir a un camión con destino a Checoslovaquia, pero es empujada bruscamente por sus compañeros. Juli no puede volver a casa desde Moscú hasta el 4 de noviembre, mientras que János participa activamente en los acontecimientos de su país.
Juli ve que lo ocurrido no es una contrarrevolución y quiere grabarlo todo. La vida de János corre peligro, por lo que él, Juli y András huyen a Austria, pero más tarde Juli y János vuelven a casa. Durante unos meses, parece que han tomado la decisión correcta. Pero en el nuevo año, los arrestos comienzan.