La familia Oggly se dispone a encontrar un nuevo hogar, algo muy difícil para ellos, ya que nadie les quiere cerca por su olor. Son unos animalitos a los que les gustan mucho los excrementos. Sin embargo, esta vez, estas pequeñas criaturas están dispuestas a descubrir su lugar en el mundo. Un maravilloso día se topan con un vertedero perfecto en el pequeño pueblo de Smelliville. Cuando Firebottom, el dragón de la familia, aterriza en este nuevo paraje, los niños Oggly se sienten enseguida como en casa. Es aquí donde quieren quedarse.