En un pueblo sin nombre, en un tiempo y lugar indefinidos, la vida de sus habitantes se ve trastocada durante siete días de alucinación que culminan con la desaparición del lugar. Se trata de una versión tragicómica de un western donde Walter Thirsk, un antiguo habitante de ciudad convertido en campesino, y Charles Kent, un terrateniente desconcertado, son dos amigos de la infancia que se encuentran en el umbral de un inevitable cambio.
La armonía de su mundo rural se ve amenazada por la llegada de fuerzas externas que simbolizan el trauma de la modernidad.