Francisco Prósper solo ha dirigido dos películas como director - Confidencias de un marido (1963) y Un día es un día (1968)- pero sí que siguió trabajando en el departamente artístico hasta 1993.
Alberto Closas es uno de los protagonistas de estas historia, un actor muy conocido por participar en películas tan icónicas como Muerte de un ciclista (1955), Distrito quinto (1958) o La gran familia (1962).