Esta cinta supone una nueva colaboración entre Daniel Monzón y Luis Tosar, aunque también su primera comedia juntos.
Según Monzón, la cinta reflexiona sobre el dinero y la codicia humana, que lleva a ocasionar desgracias, ya que puede convertir a las personas en "ratas miserables".
Parte del rodaje se desarrolló en un crucero por el atlántico, que compartían con verdaderos turistas. Por eso, durante el primer día de la rodaje, algunas de estas personas intentaron impedir que grabaran cuando fueron a ocupar la piscina.
El director de la cinta asegura que, tras haber trabajo en multitud de dramas de "alta intensidad", necesitaba hacer algo distinto para "no quedarse estancado", por lo que optó por una comedia, pues su cuerpo le pedía "hacer reír" a la audiencia.
El rodaje de la película ha tenido lugar en diferentes localizaciones, como Madrid, Barcelona, Tenerife, la ciudad brasileña de Recife y México.