La historia de esta película está íntimamente ligada a la vida de la directora. Fue precisamente en el verano de 1993 cuando Carla Simón perdió a su madre. Tenía seis años y solo hacía tres que su padre había muerto también. Ambos fallecieron a causa del virus HIV, enfermedad que nunca se nombra en la película. Según explica la propia Simón: "Esta historia me sucedió cuando era tan pequeña, y la he contado tantas veces, que se ha convertido en algo parecido a un cuento".
La película obtuvo el galardón a la Mejor Opera Prima de todo el Festival de Berlín de 2017, además del del Gran Premio de la sección Generation Kplus.
La película obtuvo la Biznaga de oro a Mejor Película Española en el Festival de Málaga de 2017.
En su cortometraje Lipstick (2013), la directora Carla Simón también hablaba de cómo afrontar la muerte en la infancia. Según ha explicado: "Primero hice un corto sobre dos niños que se enfrentaban solos a la muerte, y de ahí surgió mi necesidad de hablar del enfrentamiento con la muerte a través de mi experiencia personal".
Verano 1993 es la ópera prima de la cineasta española Carla Simón basada en su propia infancia. Anteriormente ha realizado algunos cortometrajes como Women, Las pequeñas cosas y Lipstick.