"Carmona tiene una fuente con catorce o quince caños, con un letrero que dice: '!Viva el polo sevillano!'", canta la conocida letra popular andaluza, en contraste con el ambiente de desarrollo que se vive en la España del año 2004. El urbanismo cambia y las tradiciones se pierden, mientras que el Fórum Universal de las Culturas está a la vuelta de la esquina y no se reparan en gastos para la celebración. En este contexto, un hombre de 70 años llamado Pedro Vázquez se ve obligado a abandonar el insalubre piso donde vive en el Casco Antiguo de Barcelona y recuerda con nostalgia la vida en su pueblo natal de Carmona.