El documental formó parte de la Sección Oficial de la 20ª edición del Festival de Cine de Málaga.
El director tardó dos años en completar el documental. Empezó con un primer viaje a la zona de La Oroya en 2014, donde el director tomó notas para un primer guion. El clima de la zona no permitía grabar todos los meses, por lo que el rodaje se postergó durante bastante tiempo.