Mi cuenta
    Petitet
    Críticas
    2,5
    Regular
    Petitet

    Rumba pa' ti

    por Quim Casas

    Del mismo modo que Balseros (2002) no era un filme solo sobre la inmigración cubana en condiciones deplorables ni Bicicleta, cullera, poma (2010) solamente una película sobre el Alzheimer de Pascual Maragall, el último documental de Carles Bosch, Petitet, no gira tan solo en torno al personaje que le da nombre, un gitano catalán y rumbero, ex músico e hijo de un palmero de Peret y percusionista de Gato Pérez (es imposible no ser rumbero con ese ADN), y su proyecto artístico, sino que se expande alrededor de muchos otros temas que afectan tanto a la identidad de los gitanos catalanes como a la forma de encarar la desaparición de alguien muy querido. 

    La película está construida básicamente con entrevistas, rodadas en encuadres estilosos y en blanco y negro, a Petitet y sus más íntimos. De todo aquello que dicen unas y otros, familiares, amigos y músicos, surge una visión más o menos panorámica de la situación personal del protagonista, afectado por una enfermedad crónica que le merma muscularmente y obsesionado en llevar la rumba catalana a un gran teatro (cómo se lo prometió a su madre antes de que esta falleciera), y de la música que practica y escucha desde que era niño. El intento es pasar naturalmente de lo individual a lo colectivo, aunque no siempre se consigue. 

    El desparpajo, sentido del humor, control del drama y dominio escénico de Petitet, con todo, no es suficiente para sostener toda la película, ya que algunos de los entrevistados dicen cosas interesantes y otros resultan más prescindible. Hay cierta retórica en la parte final del filme, y algunas situaciones están alargadas más de la cuenta. Termina siendo un retrato ecuánime de un personaje pintoresco, menos conocido que otras estrellas de la rumba catalana, ideal para un espacio de documentales en una cadena de televisión antes que para las salas de cine. 

    A favor: El descubrimiento de un personaje singular y sus buenas ideas musicales. 

    En contra: Un estilo demasiado tradicional de reportaje antes que documental.

     

    ¿Quieres leer más críticas?
    Back to Top