Cúmulo de despropósitos:
Una buena película tiene varios componentes, la historia que en este caso además de ser buena está basada en hechos reales, la puesta en escena de esta o como la cuenten que en este caso desde mi punto de vista es totalmente desacertada, la fotografía que dado el paraje en el que está rodada difícilmente podría ser mala, los actores que aquí básicamente son dos y su actuación es poco creíble y los detalles que brillan por su ausencia y me explico.
Si hablamos de como cuentan la historia, recurren a un pasado presente, que luego resulta ser un sueño, en el que depende la historia, puede ser brillante pero que en este caso los pocos momentos de emoción en el que el espectador pude sentir que realmente alguien lo va a pasar muy mal, es cortado de raíz volviendo continuamente al supuesto presente destrozando continuamente todo atisbo de emoción.
Si hablamos de los detalles, brillan por su ausencia, en ningún momento se ve al protagonista, tras un día entero en una playa bajo el ardiente sol y sin beber una gota de agua, deshidratado, labios resecos, sal en las cejas o rojez en su rostro por muy moreno y curtido surfista que sea. Esto dificulta la credibilidad de la historia y por tanto ponernos en situación. Por poner algún ejemplo mas de los detalles, el protagonista se arrastra por la arena dejando un camino muy marcado y curiosamente escribe un enorme SOS en el que todavía me estoy preguntando como lo hace sin dejar marca de su cuerpo. Tampoco ayuda, como he dicho antes, la pareja de actores principales, bastante floja, es cierto que la falta de caracterización tampoco ayuda, pero salvo los gritos de dolor, no hay en ningún momento una escena creíble de que realmente lo esté pasando mal, cara de sufrimiento, tiritones de frío o destemplado de la insolación me hacen pensar que ni director ni actor han estado jamás un día entero de playa. Por poner un pequeño ejemplo más, la chica al principio de la película sale del agua a un ritmo lento y sin aparente cansancio, sin embargo de repente y sin saber el motivo, su agitación cómodamente sentada en la arena se vuelve exagerada y repetitivamente excitada.
Como no podía ser de otra forma en este cúmulo de despropósitos, el final no aclara si están o no juntos, pues el título, la escena del acantilado del personaje real y su comentario en la cama del hospital hacen pensar que si, pero la visita de ella puede hacerte pensar lo contrario, y al espectador le interesa saber que pasa al final.