La película se basa en el caso de Suzanne Viguier. Después de su desaparición, se juzgó a su esposo por el presunto asesinato de su esposa.
Para el diseño de las escenas en los tribunales, el director Antoine Raimbault y su equipo tenían una idea clara: las menores limitaciones técnicas posibles, sin cambio de luz ni maquinaria.
La película se ha rodado en varias localizaciones de Francia como París, Toulouse o los estudios d'Epinay.