Para mí una película que te llega, que no deja indiferente a nadie, a mi personalmente me encantó, entre otras cosas porque me ha tocado la fibra en un tema que conozco bien y dan a conocer la verdad de estas maravillosas personas, que son tal como son, enormes, que nos han conquistado con esa forma de ser tan especial, que nos han emocionado y nos han dado una lección de vida enorme, no hay barreras para ellos, las barreras se las ponemos nosotros y ellos las superan día a día, con su esfuerzo y sacrificio. La película es lo que es, gracias a que ellos son como son, personas que luchan para hacerse un hueco en esta sociedad que muchas veces los margina y discrimina. De un fraude, de una vergüenza en el deporte paralimpico español, ha salido una historia que emociona, que ries, que lloras, casi al mismo tiempo, y que aprendes, que creer es poder y que siempre hay que luchar por lo que quieras en la vida. Lo imposible, siempre es posible y ellos lo han demostrado con creces. Bravo, Bravo y Bravo, a todos y cada uno de ellos y mil gracias al gran director Javier Fesser por visibilizarlo