Los directores empezaron a darle vueltas a la idea de hacer una película con esta temática en los descansos del rodaje de El ciudadano ilustre, después de darse cuenta de que había un "déficit" cn respecto a la comida nacional del país.
Según los propios directores, no querían centrarse en la alta cocina, pues consideran que tanto este sector como los programas culinarios suelen ser "aburridos y solemnes", mientras que ellos han buscado imprimirle algo de humor a su cinta.
Los directores de este documental han trabajado juntos anteriormente en los largometrajes Un ciudadano ilustre, Living Star, Querida voy a comprar cigarrillos, El hombre de al lado, El artista, Yo Presidente, TV Service y Enciclopedia.
Los cineastas opinan que este documental está en la misma línea que sus trabajos anteriores, pues todos giran en torno a la indagación sobre lo argentino, en especial aquellos temas cotidianos que también se prestan a ser discutidos.
Para crear esta obra los directores recorrieron el país y grabaron más de 50 horas de material. En su viaje pasaron por los festivales de asado más grandes de Argentina y por diversos restaurantes, para poder tener la visión más amplia respecto al tema.