Película usa del 2021, de una duración de 133 minutos, con una valoración de 7/10, bajo dirección y guión de Paul Tomás Anderson, con un presupuesto de 40 millones. Comedia teen.
Película nos introduce con un extraordinario y larguísimo plano secuencia, la cual recoge la esencia de la historia que se nos ofrece Paul Tomás Anderson. Complementado con Nina Simone con "July Tree" en el que los caminos de Alana Kane de 25 años (Alana Haim) y Gary Valentine de 15 (Cooper Hoffman) se cruzan por primera vez, por lo que él queda atrapado en un flechazo instantáneo de ella, por lo que sin dudarlo la invita a salir.
El adolescente ha quedado prendando de una chica diez años mayor que él, pero empieza empieza a coincidir y empatizar.y en las que afrontaran aventuras de todo tipo en el Valle de San Fernando, Los Ángeles California de 1973.
Garay es un extrovertido y talentos niño actor, asi como un decidido emprendedor de negocios como de camas de agua, o máquinas de pinball, y se presenta compartiendole a su hermano de ocho años: “he conocido a una chica, y algún día me casaré con ella… serás tu mi padrino de boda”.
El metraje es su historia de amor Teen, un escenario en el que su guionista Paul Thomas Anderson creció, ya que transitó en esa misma época en otros trabajos, y que recrea aquí entre la dulzura y la extravagancia de la crisis del petróleo de los setenta, en novedosos
restaurantes japoneses, pruebas de casting, estrellas de Hollywood en los locales icónicos de la noche angelina, el recuerdo de Grace Kelly, y aspirante a alcalde en 1999, que esconden que es homosexuales (presidente de la fundación artes visuales Andy Warhol)
Un Bradley Cooper enloquecido, con el pelo cardado y pantalones de campana borda al excéntrico Jon Peters, el peluquero de Barbra Streisand reconvertido en productor de ha nacido una estrella, Sean Penn sobrevuela motorizado una hoguera y Tom Waits interpreta el que probablemente sea el mejor papel de su carrera cinematográfica, un director de cine mudo caído en el olvido que se bebe las penas en un restaurante de viejas glorias de Hollywood.
La cinta corre pareja como su imprescindible banda sonora entre lo eléctrico de subtrama sus personajes y situaciones, una energía muy propia de esos años y del primer amor, con la placidez de una siesta en pareja, más acorde con el peculiar ritmo de enamoramiento de sus protagonistas.
Pero el guión escribe con su propia caligrafía el romance de sus protagonistas: es una historia sobre todo lo que pasa en una carrera de fondo hasta que Gary y Alana se enamoran, ante conducir sin gasolina y marcha atrás, los negocios arruinados, los anuncios por la radio, las carreras hasta encontrarse en el punto justo de una ciudad.
Es el reverso luminoso de el hilo invisible en la medida en la que converger en esta película es algo bello, sin dobleces, feliz, como el propio filme.De alguna manera, su forma deliciosa, líquida, tan inaprensible, en la que el tiempo fluye como en la vida. Son el reflejo de las heridas de una generación que creía que podía cambiar el mundo, y comérselo, y se dan cuenta de que el mundo se les comió a tidos ellos.
Paul Thomas Anderson presenta quizás sea la más autobiográfica, coge las anécdotas de su amigo y actor infantil Gary Goetzman para reconstruir un momento concreto, un lugar concreto y un estado de ánimo concreto el paso de la juventud a la madurez de una joven perdida.
El filme más luminoso, optimista y brillante el parbulo sentimiento de adolescentes, que no es más que una versión hermosa de Peter Pan y Wendy.
Alana, una joven que a pesar de que debería estar independizada y con un trabajo estable, sigue haciendo fotos a los chicos del instituto para ganar unos cuantos dólares. Un momento de confusión que retrata a la perfección Paul Thomas Anderson el el núcleo de esta historia.
Aunque pueda aparentar una obra menor, casi un divertimento lúdico, hay una forma de plasmar un estado de ánimo en un momento concreto.
Un momento de desánimo de toda una generación que al ver que su futuro no existe, que se prefiere no dejar la adolescencia, para seguir pasándoselo bien.
Bien podria definirse como una ‘coming of age’, pero realmente tiene una vuelta mas allá y la líneas argumental de su protagonista es a la inversa. Viaja de la madurez a la adolescencia porque no tiene nada interesante que afrontar. Y en esa regresión, nuestra Wendy encuentra un Peter Pan al que da vida con carisma y encanto Cooper Hoffman.
Un actor con ínfulas de empresario que viaja siempre con sus niños perdidos en busca de nuevas experiencias, ya sea con el sexo, las drogas o el alcohol. La estructura es la de un filme de aventuras con corazón romántico. Los dos protagonistas se enamoran casi irremediablemente mientras son detenidos por la policía, viajan, inauguran negocios, discuten, o mientras conducen un camión sin gasolina marcha atrás por las colinas de Los Ángeles en una escena para el recuerdo con un Bradley Cooper memorable como Jon Peters, pareja de Barbra Streisend.
Alrededor de esta banda en su viaje al país de nunca jamás aparecerán tramas secundarias que van completando el retrato del momento. El de una sociedad obsesionada con el dinero, con triunfar pronto, con montar negocios, donde los jóvenes de Los Ángeles están locos por ser estrellas de cine, por el dinero rápido. No hay ideales, porque incluso los políticos mienten a una sociedad que no les acepta. Todo ello animado por cameos de Sean Penn, Tom Waits o Benny Safdie.
Lo divertida y placentera trama hace que muchos en ella están las obsesiones sociales y políticas que siempre han estado en el cine de Paul Thomas Anderson, el capitalismo, la especulación urbanística o el petróleo. Es este momento en el que Alana se da cuenta de que tiene 25 años y sigue jugando con niños, y es en ese momento, cuando Gary no la entiende cuando decide meterse en política. Pero lo político afecta desde lo íntimo a lo colectivo, y tan solo es un mero fraude.Todo ese desencanto está envuelto de una forma tan brillante, divertida y arrebatadora; que Paul Thomas Anderson hace correr a sus personajes sin sentido por la ciudad, hasta que finalmente se encuentran cara a cara ante el puro sentimiento de lo que desean.