A partir de 2003,fue una de las dos únicas películas de la historia que ganó tres premios de la academia por la actuación.
Vivien Leigh, que sufría de trastorno bipolar en la vida real, más tarde tuvo dificultades para distinguir la vida real de las alucinaciones.
John Garfield rechazó el papel de Stanley Kowalski, porque no quería ser eclipsado por la protagonista femenina.