Opiniones sobre 22 de julio

Fundamental en tiempos de alza de la ultraderecha y discurso fascista. Más sobre esta película en Vaquera del espacio.

Película USA de 2018, de 143 minutos, con una valoración de 5/10, bajo dirección y guión de Paul Greengrass, con presupuesto de 20 millones.

Un 22 de julio del 2011 los medios de Oslo anuncio que Noruega había sido aclamada como el mejor país del mundo para vivir.
Horas más tarde, los cimientos de su sociedad se se extremecio ante una explosión en un edificio gubernamental de Oslo, y un terrible tiroteo en la isla de Utøya, convirtiéndole en el mayor atentado terrorista en la historia del país con 77 muertos y 319 heridos, balance de la despiadada acción organizada y ejecutada por un solo hombre: Anders Behring Breivik, un hombre noruego de 32 años y de extrema derecha, que según declaro el manifiesto que publicó ese mismo día, quería dar una lección al Partido Laborista noruego por permitir que el Islam invadiera su país.

El drama histórico de este director británico fue escrito por él mismo basado de la novela "One of Us" de Åsne Seierstad. No es la primera vez que se interesa por un atentado terrorista de grandes magnitudes.

Greengrass decidió no postergar la parte de la historia que ya se conocía, y muy pronto se ve a Anders Breivik —retratado magníficamente por Anders Danielsen Lie— en plena acción. Tan pronto como la ciudad está hecha un caos ya se dirige a Utøya. Una vez ahí el director decide enfocarse en las emociones y la tensión narrativa que presentar escenas explícitas —aunque las hay—, y para ello echa mano de dos personajes, Viljar y Torje Hanssen, dos jovencitos que asistieron, como muchos otros, al campamento de líderes que se llevaba a cabo en la tristemente célebre Utøya. A través de los Hanssen, en particular de Viljar —interpretado por un convincente Jonas Strand Gravli— nos muestra la historia que a Greengrass parece importarle más: la de las víctimas.

La pelicula demuestra que su intención principal es narrar, no se adentra a la crítica, ni se politiza, sino que quiere contar más que nada la resiliencia de los sobrevivientes y de sus familias. A ese punto Greengrass va una y otra vez y el resto lo muestra como una dolorosa causa. Claro, sí le da presencia al autor de los atentados y expone los sorprendentes argumentos que Anders Breivik dio en el juicio en el que fue condenado a 21 años de cárcel prorrogables hasta que las autoridades consideren que "ya no será peligroso para la sociedad", sin embargo, una vez más, lo más importante en la cinta es lo que tienen qué decir los sobrevivientes.
La aclamada miniserie de Filmin, sigue los pasos de las dos películas y el documental que reconstruyen la tragedia que asoló a la sociedad norueos de Oslo y Utoya en julio