Últimas opiniones : Los dos papas - Página 2

Hace mucho que una película no me hacía llorar y reír, como lo hizo Los dos Papas. Lo mejor de los últimos años. Tal vez porque ses Argentino, y Bergoglio lo demuestra, como dice la canción, demuestra la Argentinidad al palo. El contraste entre una persona que vivió escondida bajo una sotana y quien se la saca para embarrarse en la vida terrenal, era lo que le faltaba a la Iglesia, como se Demuestra en esta película.

Muy buena la factura de la película. Enormes actuaciones de los protagonistas, esto no es sorpresa, más bien es un lujo verlos trabajar juntos. Sin embargo, la imagen de Francisco para mi, está sobrevaluada, la película lo presenta como un líder humilde y virtuoso cuando en el ejercicio del papado y a pesar de las expectativas generadas ha tenido actitudes sumamente arbitrarias y mediocres con fuerte simbolismo tendencioso. En el guión, que se ocupa tanto de mostrar la ideología de cada Papa, - si bien se muestra la culpa proveniente del episodio de la desaparición de los curas jesuitas - no destaca o ayuda a diferenciar lo que es doctrina social de la iglesia de la política local peronista que evidentemente no puede dejar de ejercer (a la distancia ya que no viajó al país desde que fue entronizado ni lo tiene agendado para ver a su feligresía). La película tiene algunos textos interesantes en relación a las dudas de fe, las debilidades humanas, la culpa y el perdón vivenciados justamente por los que deberían mostrar más virtudes y administrar cierto tipo de perdón y tiene un buen balance entre los hechos reales y las licencias que admite la ficción.

Película peronista que ensalza al fascismo argentino, el peronismo, al que pertenece Bergoglio. Acción de limpieza de fachada. La financió el kirchnerismo, con la plata que les robó a los argentinos durante 12 años y que sigue robando en la actualidad?Bergoglio es un gran mentiroso, el jesuita peronista.

Para comenzar la crítica destacar el guión de Anthony McCarten y la dirección de Fernando Meirelles dando movimiento a la Capilla Sixtina en cada relato, conversación o suceso, simplemente perfecto.
Un Antohony Hopkins del que no hay que decir mucho porque papel que coge le da su sello y lo hace único e irrepetible y un Jonathan Pryce emotivo, grandioso, dramático y a la vez divertido. Gran trabajo el que han hecho juntos.
Un aliciente a la cinta son los relatos de la juventud de Francisco, unos relatos duros de la Argentina de los años 70.
Un conjunto que hace de esta película una obra amena, entretenida y con una gran historia delicada a la par que interesante.