Nunca había visto una película protagonizada por seres humanos que se pareciese tanto a una de película de dibujos animados.
Buen intento el de Taika Waititi por mostrar un nuevo punto de vista sobre lo que el nazismo ocasionó en Alemania, pero carece de la sutileza y creatividad de “La vida es bella” y por supuesto no consigue la intensidad trágica natural y propia de la situación.
Es una película de humor grueso y diálogos llenos de tópicos y gracietas, con unos niños absolutamente inverosímiles. Si Ana Frank viese el film y contemplase a su homónima situación, seguramente fliparía.
Después las interpretaciones, tan superficiales como frívolas, no ayudan. Sam Rockwell, que sabe crear personajes muy creíbles y dispares, interpretaciones acertadas, también tiene un socorrido personaje, desnortado, irreverente, indisciplinado, histriónico, interpretación aceptada y afectada, que ya es marca de la casa y que se lleva de película en película, lo que se llama el encasillamiento. Aquí lo ha vuelto a hacer. Esto es muy malo para cualquier película. Le quita credibilidad, debilita la historia, y sume al espectador en confusión, acordándose de otras películas que casi siempre no tienen nada que ver con la que estás contemplando.
Scarlett Johansson, más de lo mismo. Hace poco la vi en “Historía de un matrimonio”. Nada que ver. Aquí hace su papel aceptado y en la otra su papel acertado. Seguramente los que le piden y pagan en cada caso.
Los dos niños de la película son una suma de gracietas, mohines, conversaciones impostadas de adultos en cuerpos de niños, truco viejo, que hace intrascendente cualquier cosa que les pase. En pleno bombardeo parece que están de picnic.
Película fallida, que de tan irrelevante e inocua seguramente si molesta a los judios será por el trato tan superficial y grotesco que dan a unos nazis que sembraron Europa de horror y terror. A mí al menos me ha molestado. No hay manera de ver a Adolf Hitler como una amigo.
Desde luego no me ha convencido de que esta podía ser la forma de ver el nazismo de un niño de la época.