Película cuidada, bien ambientada y con grandes interpretaciones, que nos muestra con gran realismo la época de la expansión del cristianismo, a pesar de la fuerte persecución en la Roma de Nerón. Permite a creyentes y no creyentes reflexionar sobre el perdón y el amor frente a la barbarie. Asimismo, nos recuerda hechos históricos entorno a la figura de San Pablo y el evangelista Lucas. Es interesante ver cómo el cine religioso va cobrando importancia en la filmografía actual, con películas solventes y que transmiten sentimientos de cierta altura.