Anna (2019).
“No basta con ser inteligente para actuar con inteligencia.”
Luc Besson nos trae su última superagente rusa de belleza inigualable. En la línea de "Gorrión Rojo" o “Atómica”, y recordando a uno de los últimos trabajos del director francés, “Lucy”, Anna es una desafortunada chica del este que, para vivir en auténtica libertad, tiene que trabajar para la KGB.
Ambientada en la década de 1990, la cinta recorre varios países europeos, además de Moscú o Belgrado, y nos entretiene -como ya es habitual en las obras de Besson- con atractivas escenas de acción bien coreografiadas al estilo “John Wick” (salvando las distancias).
“Los atacantes pueden muchas veces lamentar un paso en falso, pero es mucho peor lamentar para siempre una oportunidad que dejaron pasar” (Kasparov).
A la preciosa Sasha Luss (modelo y actriz rusa), le acompañan las estrellas Luke Evans y Cillian Murphy -como los antagónicos espías relacionados con la protagonista- y la veterana Helen Mirren, que como todo aficionado al Séptimo Arte sabe, vale para todo como si del mismísimo Morgan Freeman encarnado en mujer se tratara.
A la acción hay que añadirle una buena fotografía y una banda sonora basada en los grupos de la década en la que está ambientada (Technotronic, INXS...), pero del “score” se ocupa un colaborador ya habitual del director, Eric Serra, quien se ha ocupado de las bandas sonoras de largometrajes como "Leon, el Profesional" o "El Quinto Elemento”.
A fin de cuentas podemos decir que, aunque el filme es quizá prescindible, entretiene a todo aquel seguidor del género de acción, y en particular de las pelis de espionaje.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6