Michael Haneke comenzó el proyecto cuando Juliette Binoche le escribió diciéndole que estaba interesada en trabajar con él.
Las secuencias de larga duración fueron grabadas en tiempo real sin necesidad de modificaciones.
Cuando la película fue filmada en agosto de 1999, Juliette Binoche estaba embarazada. Para disimularlo, llevaba ropa "suelta".
Consiguió el Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cine de Cannes 2000, en donde también fue nominada a la Palma de Oro por Mejor Película.