En una filmografía salpicada de videoclips, estupendos films (Nowhere Boy) y algún auténtico despropósito no solo achacable a la directora, Sam Taylor-Johnson se adentra en un retrato de caída y redención por los excesos y el camino hasta llegar a salir de ellos de su protagonista, en este caso encarnado por su marido en la vida real, Aaron Taylor-Johnson, rodeado de notables secundarios como Billy Bob Thornton, Giovanni Ribisi, Juliette Lewis o Charlie Hunnam, entre otr@s. Y, si bien algunos de esos personajes están excesivamente estereotipados, lo que hace que se desaproveche su presencia, la película está bien llevada, Aaron Taylor-Johnson, como casi siempre, está creíble y acertado y en su conjunto, en el todo, no tiene más nivel por esos estereotipos que hemos comentado y algún otro detalle, pero, en general, es un film interesante.