Las cifras son aplastante ante lo recaudado en su primer fin de semana con 84 millones de dólares, en comparación con su presupuesto de 75 millones.
Son cifras espectaculares que contrastan obstensiblemente con lo mal que la crítica en que maltrata el largometraje. Deja claro que los parametros de los profesionales del análisis,la simpleza, su galimatías argumental, la escasa calidad de sus efectos y su poca originalidad. Nada de ello ha hecho mella en un éxito popular, ni sirve para condicionar al gran publico que llena salas.
Es la más clara y directa. Películas que no gusta a la crítica y son éxitos de taquilla (o viceversa), han existido siempre, y de ahí se ha ganado la profesión desde siempre su fama de desconexión total con los auténticos gustos del público.
Pero lo cierto es que ya no se trata de que la cinefilia seria viva en una burbuja de festivales y películas asiáticas que la masa que acude a las multisalas directamente ignora que existen. Es que 'Morbius' fue criticada por los propios fans de los blockbusters, y que adoran las películas de Marvel. Y ni siquiera ellos han impedido que se convierta en un éxito. Hay un público no-fan que no necesita hacer vídeos de reacciones con cada teaser de DC, que no acude disfrazado a los estrenos y que no tiene un podcast tri-semanal sobre los últimos intríngulis del multiverso, y que sin embargo convierte las películas en éxitos, independientemente de lo que diga la intelligentsia de la crítica... o del fandom.
Lo cierto es que la historia es simple pero efectiva, entretenida y con buen ritmo, ante quienes gustan de efectos especiales, y no mas ambición que lo impactante como emoción. En esta Vampirizacion moderna de Marvel, y ante la lucha de la ambición y el arrempentimiento.
La historia ha respetado mucho tanto el origen como ciertos aspectos de la historia de los cómics: el barco y la masacre de la tripulación (que, a su vez, es un claro homenaje al Dracula de Stoker, y el barco se llama Murnau, otra clara referencia vampírica), la amada de Morbius Martine Bancroft (quien en los cómics contactó con los Fantastic Four para ayudar a Morbius), la imagen final de Morbius y algunos guiños a los lectores como por ejemplo encontrarnos los apellidos Thomas y Kane en un cartel… Al menos se nota que han leído varios cómics y lo han querido plasmar en pantalla.
De la parte técnica, hay que destacar tanto el tono como la fotografía. Y si bien remarco que el ritmo es muy adecuado, cuestion que tenemos que agradecer al director, lo cierto es que también el ambiente de esta historia está muy conseguido.
La fotografía de Oliver Wood nos trae una película de terror con unos ambientes, como el barco o la nocturna New York, realmente temibles. La escena de los pasillos de la corporación Horizon es realmente aterradora. Por desgracia, o por designios de los productores, este tono no permanece durante toda la película, pero es suficiente para mostrarnos lo que podría dar de sí.
El argumento no da demasiada enjundia en explicaciones científicas sobre la enfermedad del protagonista, y su proceso de “vampirización”, que le de solidez a la historia. Drja la sensacion que básicamente cuando algo es complicado de explicar, se deja fuera del guion o la trama te distrae con la acción de la película.
Otros peros son los detectives de comisaria asignados al caso hacen un trabajo terrible (Morbius y algunos más entran en su laboratorio sin problemas, a pesar de estar supuestamente vigilado); hay una serie de crímenes y el principal sospechoso, cuya imagen sale en televisión y prensa, deambula tranquilamente a la luz del día con la ayuda de tan solo una capucha…y sin que estancias mayores entren en juego, aunque los policías caigan a puñados en un abrir y cerrar de ojos.
Las escenas de acción tienen su miga, por un lado hay varias que están bien rodadas, con claridad de movimientos y buena coreografía. Pero hay otras que son casi imposibles de seguir si no fuera por ciertos trazos de color y fragmentos a cámara lenta.
Otro “fallo estrategico” de la película es su clasificación, apta para menores, lo que exige que a pesar de ser una película de vampiros no veamos nada de sangre: o sangre artificial creada científicamente (azul, por cierto) o sangre totalmente negra en los escasos ejemplos de “derramamiento de sangre”. Y tan poco es demasiado violencia, en comparación a como es el cine de Marvel.