Últimas opiniones : Historia de un matrimonio - Página 2

Historia de un Matrimonio (2019).
“Los criminalistas ven a la mala gente en su mejor momento.
Los matrimonialistas ven a la buena gente en su peor momento.”
Noah Baumbach dirige y firma el guión de este “Kramer Contra Kramer” del S:XXI, donde analiza el cómo, el dónde y el por qué de las metamorfosis de muchos matrimonios, cuando todo lo hermoso desaparece en pos de todos y cada uno de los defectos que ambos cónyuges ocultaron (o dejaron de ver) durante largo tiempo...

En la cabeza del reparto se encuentran el espigado Adam Driver -cambiando de registro una vez más- y la bella Scarlett Johansson, que estrena este año la cinta dedicada a su letal personaje Viuda Negra.

“El fundamento de ese rollo judeocristiano es María, que es perfecta. (...) Pero el padre no está. No fue ni a echar el polvo.”
A la pareja protagonista le arropan unos secundarios de lujo; a saber: Laura Dern, como la despiadada a la par que simpática abogada de ella, cuya interpretación fue premiada con un Oscar, un Globo de Oro y un BAFTA, entre otros muchos galardones. El octogenario Alan Alda interpreta a uno de los letrados que defienden al atormentado varón de la historia. Un irreconocible Ray Liotta, en el papel de otro de los abogados de Driver, y una recuperada Julie Hagerty (protagonista de la clásica “Aterriza como Puedas”), en la piel de la afable madre de Johansson.

“Este sistema recompensa el mal comportamiento.”
Aunque el largometraje no descubre gran cosa, y se alarga durante dos horas y cuarto para hacernos ver cómo cambia la gente cuando otros intereses aparecen, el duelo interpretativo de sus protagonistas en el último tercio de película es brutal. Hasta podemos disfrutar de un talento de Adam Driver poco conocido hasta la fecha: su voz.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7

Real. Describe muy bien el sufrimiento de una pareja que se quiere pero no pueden estar juntos. Me he sentido como si viese dos personas a las que conozco y he compartido su dolor. Quizás más apetecible para espectadores más emotivos... Como yo. Definitivamente recomendable

Un auténtico bodrio, lo siento. Una de esas películas que acaba y no te has quedado con ningún aporte, porque va de problemas mundanos que todo el mundo tiene en el día a día pero sin ninguna perspectiva diferente. Necesitas un Red Bull para verla.

Buena película, muy bien interpretada. A veces abusa de monólogos interminables, que unidos a gran metraje, la hace lenta y tediosa por momentos.

El director consigue muy bien mostrar la mundanidad de un divorcio y la lucha por la custodia del hijo. Escenas que son tristes y cómicas a la vez, ayudan a que este drama no decaiga sólo en la tragedia de la ruptura y separación y sea realmente entretenida de ver. Adam Driver y Scarlett Johansson interpretan perfectamente a sus personajes a través de un baile de emociones de rencor, arrepentimiento, amor, desengaño, frustración y compasión.

Si algo tiene esta película, son las maravillosas escenas de drama que son fabulosamente interpretadas por Scarlett Johansson y Adam Driver. Definitivamente es una película con la que nos podemos cautivar e identificar con sus personajes y las situaciones que enfrentan. Excelente.

Historia de un Matrimonio, narra desde el proceso de separación , comenzando por la terapia de pareja, y te hace encariñarte con esta familia, con sus dinámicas, para luego hacer el viaje con ellos, de la transición hacia el divorcio, y como esto va afectando su cotidianidad, y mermando la relación entre estos 2 futuros ex-conyuges.
Si bien la película en un momento, muestra mas la visión de lo que ocurre con el hombre en el proceso de divorcio, no muestra en profundidad los sentimientos de la mujer, haciéndola más villana, al mostrarla de una forma más caprichosa, antojadiza y menos profunda. El personaje de Adam Driver, tiene características de Trastorno Narcisista , por lo cual , todo el tiempo, se puede sentir como su visión de los hechos, siempre deben estar a su conveniencia, y como esto mermo en la personalidad de su esposa, opacandola y maltrantandola de forma solapada, y disminuyendo los sentimientos de esta, si no encajaban en la visión de felicidad de este.
La película, te hace empatizar con los personajes, al momento que te hacen sentir con los sentimientos desbordados por el dolor, y el intentar aferrarse a los pequeños hitos de la vida cotidiana, que están dejando de existir, ya sea por cambio de ciudad o porque la pareja deja de existir, la añoranza del pasado en común , esta presente y como se intenta aferrar a algo que ya no existe como tal, pero te muestra como trasmuta su modelo de familia, que pese al divorcio el cariño sigue existiendo.

Esta película es una historia inclasificable, yo diría total, pues está aderezada con todo tipo de géneros. Hasta por unos instantes es un musical. No le tiembla por eso el pulso al director.
Decir que es un melodrama sería etiquetarla pero no alcanzaría para definirla en toda su riqueza. Porque la verdad es que tiene momentos cómicos, momentos simplemente graciosos, momentos dramáticos, momentos de intensidad trágica, momentos de aprendizaje de la vida, es decir recoge casi todo el espectro emocional del ser humano.
Y lo que es más relevante, toda esa ambición no la hace desmesurada, mostrándose en todo el metraje equilibrada.
Un matrimonio de artistas del teatro se va deshacer. Esta situación hay muchas formas de contarla. Seguramente las hay maquinales, las hay lacrimógenas, sentimentaloides, las hay irónicas, en fin una multitud de opciones.
En esta película se ha elegido una forma no muy original en el formato, rotura, negociación y desenlace. Pero dentro de estos tres recorridos hay ocurrencias muy originales, creatividad a raudales y verdaderas escenas teatrales.
El comienzo ya es un toque de atención: ¡Alerta, aquí parece que hay algo que merece la pena!
Y lo merece. Toda la historia se desarrolla de manera perfecta, con momentos verdaderamente “woodyallenanos”, con amor por New York incluido, que sin embargo no quitan a la cinta ni pizca de personalidad propia. No me extrañaría que le cayera algún Oscar, guión, dirección, sobre todo. A pesar de que la competencia este año es feroz.
Los dos protagonista están fantásticos. Siento debilidad por Adam Driver desde que lo vi en “Paterson” y en “Las suerte de los Logan”. Aquí no desmerece. Scarlett Johansson nunca me ha vuelto loco, pero aquí consigue una interpretación muy solida y da la replica a Adam Driver con total solvencia.
Los demás actores, secundarios, como siempre en el cine americano, no es que brillen, es que sin ellos la película pasaría de ser una joya a ser una simple piedra preciosa.
Esas escenas, que deben ser complicadísimas de montar, con una cantidad elevadas de actores moviéndose, haciendo su papel, siempre me ha parecido lo más cercano a un ballet o a una orquesta sinfónica que se puede ver en el arte cinematográfico. Aquí hay varias. Y eso no se consigue realizar perfectamente si todos y cada uno de los actores y no actores no son unos virtuosos de su trabajo.
Brillantísima película. A ver que pasa en los Oscar.

Noah Baumbach ha conseguido capturar un sentimiento muy único en "Historia de un Matrimonio", que es a su vez una obra tremendamente personal sobre el fin de una relación. Suena contradictorio porque efectivamente estamos ante una historia que habla más de un divorcio que de un matrimonio. Y más aún cuando resulta tan cercana, divertida y absolutamente deleitante de principio a fin. Baumbach no había ofrecido una mirada tan humana y empática hacia sus personajes como hace en esta ocasión. Aquí vemos un desamor alejado de la mayoría de tópicos, retratado con un tacto admirable. Era fácil caer en la exageración o el sentimentalismo barato, pero la ruta que ha seguido el director permite que todo espectador se pueda sentir identificado con estos personajes.

La película inicia de una manera especial, una pareja enumera las virtudes y motivos por los que se enamoró del otro, el director y también guionista provee así al espectador de la información que necesita saber para conocerlos y compenetrarse con ambos, pero a la siguiente secuencia lo desarma por completo. Charlie un talentoso director de teatro, y Nicole una actriz que, tras debutar con cierto éxito en el cine, decide solo protagonizar las obras de su marido en Nueva York. Estando en terapia a punto de separarse, ella decide viajar junto a su pequeño hijo a su ciudad, Los Angeles, para protagonizar una serie de televisión, donde tras las desavenencias existentes con su ex decide que todo se resuelva por medio de abogados. El director plantea así una historia de quiebre en donde la importancia de narrar cada detalle cobra otra dimensión conforme presenciamos el derrumbe de una relación que ve como el amor y sus buenas intenciones entran en conflicto ante sus respectivos intereses, dinamitada por la irrupción de sus abogados, dando paso a una guerra sin cuartel que abre nuevas subtramas y significados.

Charlie y Nicole tienen sus manías y peculiaridades, pero ante todo son personas normales, padre y madre en una situación tan compleja como mundana. Han cometido errores y sueñan con ser mejores, pero para ello necesitan ir por caminos distintos. Por ello no podemos odiarlos, sino ponernos en su piel y compartir su proceso de separación que inevitablemente sacará lo peor de ambos. En un film que a ratos duele y a ratos cura. Guarda momentos para la carcajada más pura, gracias a un guión repleto de emociones y lleno de situaciones idóneas para que se luzcan al máximo sus dos magníficos intérpretes principales.

Las actuaciones son soberbias, Scarlett Johansson como Nicole (Nunca habíamos visto a una Scarlett tan alejada de los estereotipos, la actriz se entrega al máximo en cada uno de sus planos y espero que continúe sacando partido a todas las facetas de su talento en sus próximos proyectos) y de Adam Driver en el papel de Charly, su marido, demuestran una vez más que estamos ante la presencia de dos actores colosales y que, como consecuencia, elevan la cinta a niveles de auténtica excelencia, sin olvidar la excéntrica genialidad de Laura Dern que como Nora Fanshaw, brillante, dura e inflexible abogada de Nicole, pone una buena dosis de sal y pimienta a este monumental y despiadado drama. Es esencial la labor de secundarios como Merrit Weaver y Alan Alda para quitarle hierro al asunto con un humor muy agradecido.

En definitiva, trata y desarrolla a fuego explosivo la decadencia de un acuerdo entre dos artistas, cuyos egos, ambiciones y sueños, destruyen poco a poco la comunidad que en algún momento se llamó amor. El complejo, abstracto y duro entramado legal del divorcio también es apreciado y detallado firmemente, sin desperdicio con brutal honestidad y sinceridad, realidad y pragmatismo, abogados, dinero, hipotecas y desaciertos, error tras error y un poderoso baile de sincronía perfecta entre Driver y Scarlett en este increíble drama familiar. Obran maravillas a partir de un guión ya sobresaliente. Lo que podría haber sido una dramedia sin nada especial se convierte en un relato conmovedor e impregnado de realidad, con un corazón latente en cada precioso encuadre y la emotividad en los acordes de Randy Newman.

Una de las mejores peliculas del año sin dudarlo ni un segundo, esta pelicula narra a la perfeccion la naturaleza del ser humano sin dudar una obra que tienes que empatizar al 100% ya que las dos visiones que nos da son completamente validas con un discurso de que no todo es blanco o negro sino tonos grisaceos donde una maravillosa actuacion deslumbran en una maravillosa de lo triste pero realista que es.

spoiler: Durante todo la pelicula no deja en claro el ganador exceptuando asi el ultimo acto donde se deja hacer que la pelicula sea de Adam Driver y nos dan un ganador en ello sobre aquel drama y eso fue lo peor de la pelicula asi que 10/10.


pelicula recomendada para esas personas que aman sentirse identificados con los personajes.