En 1941, el ejército nazi y el italiano avanzaban juntos a un ritmo imparable. La armada, dispuesta a conquistar uno de los puertos más importantes de Libia, parecía estar a punto de conseguir la victoria en un evento que sería conocido como el Asedio de Tobruk. Sin embargo, un grupo de ocho soldados, pertenecientes al décimo tercer batallón del ejército australiano tiene una idea. A pesar de ser mucho menos numerosos y contar con armas peores, estos soldados idean una forma para cambiar el rumbo de la guerra, una idea que convertirá a los hombres en ratas.